Queridos amigos, la alegría me invade al recordar la historia de un personaje muy singular, que al solo evocar en este momento, brotan de mi cara, sendas carcajadas y a la vez mis ojos se mojan con fluidas lagrimas emanadas de la felicidad al recordar y ser participe de algunas anécdotas que me contaron y que otras, la gran mayoría afortunadamente me toco vivirlas. Gustoso de disfrutar de semejante regalo que me proporcionó la vida, deseo hacer participe a todos uds, de tan inolvidable y grata historia.
La misma se desarrolla en mi lindo y querido barrio, ubicado en la capital de mi estado, que como mismo y con la descripción que de el podría yo hacer, resultaría ser muy parecido al de uds. he de pedirles que si a través de la narrativa de esta, logran identificar alguna personalidad o situación particular con alguna que crean muy semejante, muy encarecidamente he de pedirles que solo lo tomen como una coincidencia, pues “LA GORDA YUYU” como se le conoce a este personaje es único e irrepetible y solo pudo ser producto de una serie de circunstancias que pueden lograrse por medio de una cantidad enorme de casualidades que se dan una en un millón.
Eduviges Gordillo, mejor conocida como la gorda yuyu, es una chica de veinte y pico de años (tiene mas pero no se lo digan a nadie) vive en la esquina de mi calle, y si señor, es toda una personalidad.
Lo extraordinario o simpático de la historia solo de podría dar por la serie de situaciones que parecerán sacadas de un guión de una película, pero que felizmente para mi y otros tantos, están basados en la simple y cotidiana vida de los habitantes de este barrio y otros cuantos invitados de manera fortuita que se entrelazan en esta historia y dan pie a algo que de verdad y no puede pasar por desapercibido.
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